Xesco Espar, exentrenador del Barça de balonmano, cuenta una historia genial. Un día, harto de que sus alumnos llegaran tarde a clase los viernes por salir de fiesta los jueves, les ofreció un trato:
“Yo os enseño cómo seducir para que podáis iros a dormir pronto los jueves. Vosotros, a cambio, llegáis puntuales a clase el resto del año.”
El auditorio, por supuesto, aceptó entusiasmado.
Xesco les propuso un método en tres pasos:
- Describe con todo detalle a la persona que quieres conquistar.
- Describe con detalle a qué tipo de persona esa persona se enamoraría.
- Conviértete en esa persona.
Fin de la historia.
Y entonces empezó el murmullo: “Es que yo no soy así…”
¡Exacto! Ese es el problema.
El cambio empieza dentro
La mayoría de personas no consigue lo que quiere no porque no lo desee lo suficiente… sino porque no se transforma lo suficiente.
En la vida no atraes lo que deseas, ni lo que sueñas, ni lo que pides.
Atraes lo que eres.
Tu realidad externa es un espejo bastante preciso de quién estás siendo por dentro.
Queremos resultados extraordinarios manteniendo comportamientos ordinarios.
Queremos vivir como deportistas de élite, pero no entrenamos como ellos.
Queremos tener éxito empresarial, pero no pensamos, sentimos ni actuamos como los que lo logran.
El problema es de orden.
El orden de la vida no es Tener – Hacer – Ser
Ese es el orden que nos vende la sociedad:
TEN dinero → HAZ lo que te gusta → SER alguien valioso.
Pero es mentira.
El orden real es:
SER → HACER → TENER
Primero te conviertes en la persona que merecería ese resultado.
Después, actúas desde esa identidad.
Y entonces, como consecuencia… tienes lo que te corresponde.
¿Por qué no tengo lo que quiero?
Porque todavía no eres la persona que lo atraería.
Y ojo: esto no es un juicio. Es una invitación.
Una invitación a dejar de esperar, y empezar a transformar. A dejar de mirar fuera y empezar a mirar dentro.
No vas a conseguir resultados diferentes siendo la misma persona.
Si quieres otra realidad, tienes que evolucionar tu identidad.
¿Quieres abundancia? Comienza a pensar como alguien que ya la vive
La gente que vive desde la escasez busca entretenimiento. La que vive desde la abundancia busca formación.
Unos huyen del esfuerzo. Otros lo abrazan.
Unos se quejan de su suerte. Otros se preguntan qué deben cambiar.
La diferencia no está en el entorno. Está en la forma de SER.
Y eso, aunque no lo parezca, está al alcance de todos.
No preguntes qué tienes que hacer para tener lo que deseas.
Pregúntate en quién te tienes que convertir.
Cuando cambias tu forma de ser, el resto llega solo.