Si no se ríen de ti, vas por el camino equivocado

Te lo digo sin rodeos: si la gente no se ríe de ti al menos una vez por semana, no estás llevando tus ideas lo suficientemente lejos. Y si no te llaman “chiflado” de vez en cuando, probablemente estés pensando demasiado como el resto.

Estoy cansado de ejecutivos con trajes impecables y mentes grises. De empresas con discursos ambiciosos pero decisiones cobardes. De emprendedores que dicen querer cambiar el mundo… pero no se atreven ni a salirse un centímetro de lo establecido.

¿Sabes lo que de verdad asusta? Una vida en la que todo es razonable, lógica y seguro. Una empresa que no incomoda nunca. Un equipo que jamás se equivoca. Porque detrás de todo eso hay una renuncia silenciosa al crecimiento, al riesgo, a lo extraordinario.

No estamos aquí para clonar

Yo no fundé una empresa para hacer lo que hacían todos. Y si tú estás leyendo esto, seguramente tú tampoco. Lo más importante que he aprendido es que los referentes están bien… pero solo hasta que dejas de mirar hacia fuera y empiezas a crear desde dentro.

En PcComponentes no nos hicimos grandes copiando a nadie. Nos hicimos grandes escuchando al cliente, cuestionando todo, obsesionándonos con mejorar, y haciendo las cosas como nadie más las estaba haciendo.

Lo más cómodo era seguir la norma. Lo más rentable era ignorar los detalles. Lo más fácil era no soñar demasiado alto. Pero si algo te define como líder es tu capacidad para pensar diferente… y atreverte a actuar distinto.

El mundo necesita menos miedo y más locura

La mayoría de los miedos que nos detienen nunca se cumplen. En cambio, las ideas que no ejecutamos, los proyectos que no lanzamos y las decisiones que postergamos… esas sí tienen consecuencias reales: nos hacen más pequeños.

Yo he visto cómo las grandes ideas comienzan entre carcajadas ajenas. Se rieron de Colón, de los hermanos Wright, del tipo que pensó que alguien pagaría por agua embotellada. Hoy nadie se ríe.

No hay innovación sin burla inicial. No hay disrupción sin escepticismo. Y no hay liderazgo sin incomodidad.
Así que deja que se rían. Deja que te señalen. Deja que duden.

Hazlo igual. Hazlo mejor. Hazlo tuyo.

Sé fiel a tu visión. Sé fiel a tus valores. No pidas permiso para ser diferente. En un mundo lleno de copias, ser auténtico no es solo valiente: es una estrategia ganadora.

El mercado no premia al que hace lo mismo un poco más barato. El mercado premia al que se atreve a romperlo todo para crear algo mejor.

Así que si tienes una idea que nadie entiende, si estás apostando por algo que parece demasiado grande, demasiado nuevo o demasiado arriesgado… enhorabuena. Puede que estés exactamente donde tienes que estar.